Guadalupe Dueñas visita a Horacio Quiroga

Por Dra. Rocío García Rey*

La escritora mexicana Guadalupe Dueñas, hasta hace poco mínimamente difundida y divulgada, fue ante todo una cuentista que se atrevió a andar los recovecos de los cuentistas que lo mismo podían darle vida y recuerdos como el de la eterna hermanita muerta colocada en un frasco (“Historia de Mariquita”) que textos donde la presencia de una majestuosa araña que se convierte en la compañera fiel de una mujer en soledad.

Dueñas también escribió sobre otros autores como Julio Torri, Pita Amor, Mesalina. No dudó en ironizar en torno al amor en “Serias divagaciones sobre el amor”.

            Su primer libro de cuentos fue Tiene la noche un árbol, dedicado a su maestra Emma Godoy. Tal libro fue publicado en 1958 y se abre con el cuento: “La tía Carlota”. Su segundo libro, también de cuentos, vio la luz varios años después, en 1976. “No moriré del todo” es el título de este segundo libro.

            Este año, oficialmente se cumple su centenario, digo “oficialmente” porque mucho se ha hablado en torno a su real fecha de nacimiento. Me guío por los datos que proporciona la Enciclopedia de la Literatura en México, de la Fundación para las Letras Mexicanas (f,l,m). Las fechas que consigna dicha enciclopedia son tremendamente abismales en la página web, leemos en el cuerpo del texto: “Nació en Guadalajara, Jalisco, el 19 de octubre de 1910; muere en la Ciudad de México, el 10 de enero de 2002”; sin embargo, en el margen izquierdo se lee  

Nacimiento:
19 de octubre de 1920
Guadalajara, Jalisco

Defunción
10 de enero de 2002
Ciudad de México.  (http://www.elem.mx//buscador?sitesearch=http%3A%2F%2Felem.mx%2F&bus=guadalupe+Due%C3%B1as. Fecha de consulta 12 de julio de 2020).

            Beatriz Espejo, por su parte, en la introducción que hace a la edición de Obras Completas, del FCE escribe: “Guadalupe Dueñas nació en Guadalajara, Jalisco, de una familia chiflada, según dijo en alguna entrevista. Hasta hace poco su fecha de nacimiento se registraba como el 19 de octubre de 1920. Por exigencias de una antología supe que el año fue 1912 o 1908”.

            Así que algun@s podrán decir que este es el año del centenario de nuestra escritora en cuestión.

            Otro autor que estará presente en este escrito es el uruguayo Horacio Quiroga, nacido en 1878 y fallecido en Buenos Aires, Argentina, en 1937. Lo estará a través de su célebre Decálogo del Perfecto Cuentista. Se preguntará el lector ¿qué relación pueden tener dos escritores lejanos en época, y, aunque los dos latinoamericanos, en apariencia lejanos en cuanto a biografía literaria y temas abordados en sus cuentos? Pues bien, develemos el secreto (que seguramente para muchos dejó de serlo desde hace tiempo) y enunciemos que en el cuento: “Carta a una aprendiz de cuentos”. Lo que hace Dueñas es visitar y ¿citar? ¿copiar? algunos puntos del decálogo de Quiroga. Vale decir que el decálogo fue publicado en el “Diario del Hogar” en 1925.

            Llama la atención que el cuento está dedicado a las escritoras (mujeres) en ciernes. Con un tono irónico y a la vez lúdico, Dueñas rompe con el canon de la RAE cuando dice “[…] ¡parece que la Real Academia no sabe qué es un cuento. Y amiga, si no lo sabe la Academia … Pero veamos un cuento… por ejemplo […]”

            Es así como nuestra escritora comienza a explicar cómo debe ser planteada la situación y tratados los personajes. Las recomendaciones mantienen un tono altamente lúdico e irónico; de una u otra forma, Dueñas hace una caricatura del consejo que según, le han pedido. Podemos decir que dentro del cuento hay otro cuento que es el que la autora pone de ejemplo a la imaginaria aprendiz de cuentista. Este segundo cuento es la historia de una imaginaría Friné.

            La mofa política no es ajena a este cuento: “Si usted es comunista, pues muestre la lucha de clases, es decir las uñas de la viaja contra las del gato: claro que tiene que ganar el gato. Si es católica pues a darle a la misericordia […]”

            Es casi al final del cuento cuando hace el trabajo intertextual de repetir algunos de los puntos del Decálogo de Quiroga. Repite, por ejemplo, el punto cuatro de dicho Decálogo. “Señorita, le ruego abrace el tema como abrazaría su novio”. El punto siete, en tanto se transforma: “[…] Pero no se entusiasme con los adjetivos, no los utilice sin necesidad”.

            El otro punto que repite es el ocho: “Pero ahora llegamos al momento en que hay que tomar a los personajes de la mano”.

            Estos puntos son parte de una técnica de matrioska en donde hay más de una historia dentro de otra. Hemos anotado que el cuento es la plena caricaturización de lo que implica escribir un cuento, pero lo que llama la atención es la visita a los puntos que nos hemos referido del Decálogo del Perfecto Cuentista. En efecto, Dueñas visitó a Quiroga, bajo un carácter intertextual que quizá usó como parte de su descreencia de dicho decálogo. Tal vez, es la reminiscencia de su estudio autodidacta.

             Hay que aclarar que nunca da la referencia a Quiroga. Fue una visita libre al Decálogo. Lo que llama la atención es que, sí da la referencia del Diccionario de la RAE, mientras que se olvida por completo de la autoría de los puntos escritos por Quiroga. Para algunos podrá ser un plagio, una falta al maestro del cuento latinoamericano; yo prefiero pensarlo como parte del carácter rebelde de Dueñas al jugar, dentro del cuento referido, a guiar a las mujeres que querían escribir.

            Acaso porque no creía en fórmulas tampoco creyó en autorías, pero de una u otra forma Dueñas visitó a Quiroga para copiar algunos consejos a esas señoritas que, en la década de 1970, en plena época de dictaduras sudamericanas, apostaban por escribir, tal vez sin tener idea de cómo hacerlo. Finalmente, lo que destaco es que Guadalupe Dueñas le quitó el cariz de la solemnidad a la literatura y presentó nuevos derroteros de la cuentística en México.

* Doctora en Letras. Integrante del Movimiento “poetas del mundo”. Autora de libros de poesía. Imparte clases de redacción y literatura en varios centros de la UNAM, en la Biblioteca Vasconcelos y en el Museo de la Mujer.

Un comentario sobre “Guadalupe Dueñas visita a Horacio Quiroga

  • el 03/08/2020 a las 11:23 pm
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    Gracias por la claridad con la que aborda la obra de Dueñas y la forma en la que hace suyo el decálogo de Quiroga.

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